NY aprueba matrimonios homosexuales

JONH MINCHILLO (AP)

EL PAÍS

El Senado de Nueva York aprobó en la tarde del viernes (madrugada del sábado en España), tras una semana de tensas negociaciones, la legalización de los matrimonios entre personas del mismo sexo, convirtiéndose así en el sexto Estado de Estados Unidos que permite tales uniones. La legislación fue aprobada por un mínimo margen de cuatro votos -33 a favor y 29 en contra- en una tensa e histórica votación en la que cuatro senadores republicanos secundaron la tesis demócrata a favor de la medida. La decisión ha sido celebrada en la calle hasta altas horas de la madrugada por colectivos gais.

Con este voto, considerado como «histórico» por las organizaciones defensoras de los derechos de los homosexuales, Nueva York se convierte en el Estado más importante y con más población del país en legislar a favor de la igualdad plena en el matrimonio. Solo otros cinco Estados permiten este tipo de matrimonios: Connecticut, Iowa, Massachusetts, New Hampshire y Vermont, así como el distrito de Columbia.

El voto definitivo a favor correspondió al republicano Stephen Saland, quien realizó una emotiva explicación de su voto y señaló a los legisladores que llegar hasta esa posición le había obligado a hacer «un viaje interior», en el que había concluido a favor de la igualdad. «Lo correcto es tratar a todas las personas con igualdad y esa igualdad incluye al matrimonio», ha señalado Saland, que ha indicado a los legisladores que su voto era «de conciencia. Estoy en paz con mi voto, ha sido una lucha y un extraordinario proceso de decisión».

Otro de los senadores republicanos disidentes, Mark Grisanti, también pidió perdón por haberse opuesto en el pasado reciente de manera frontal a los matrimonios gais. «Pido perdón a aquellos que se han sentido ofendidos», ha proclamado Grisanti, antes de añadir: «No puedo negar a una persona, a un ser humano, a un trabajador, a toda la gente que hace de Nueva York un gran Estado los mismo derechos que yo disfruto con mi mujer».

La aprobación por parte del Senado estatal, controlado por los republicanos, supone el último escollo para que esta legislación se convierta en realidad después de ser aprobada la semana pasada por la Asamblea estatal. A medianoche de ayer (hora local) el Gobernador de Nueva York y principal impulsor de la ley, el demócrata Andre Cuomo, estampó su firma sobre el texto recién aprobado por el Senado, por lo que la ley pasará a desplegar todos sus efectos en 30 días, momento en el cual las parejas lesbianas y gais podrán contraer matrimonio en territorio neoyorquino.

«Nueva York ha derribado por fin la barrera que impedía a las parejas del mismo sexo ejercitar la libertad de casarse y recibir las protecciones fundamentales que tantas parejas y familias disfrutan por defecto», ha proclamado Cuomo en un comunicado.

«Orgulloso de ser neoyorquino»

Entre las filas demócratas la legislación ha contado con la única negativa en todas las ocasiones que ha sido propuesta del senador demócrata por El Bronx, el reverendo Rubén Díaz, que durante la explicación de voto señaló su posición en contra. Pero su compañero de partido, el senador Gustavo Rivera, dijo tras la votación sentirse «orgulloso de que Nueva York haya enviado el mensaje alto y claro de que no tolera la desigualdad».

La ley, propuesta la semana pasada por Cuomo y aprobada ya por la Asamblea Legislativa, controlada por los demócratas, necesitaba un mínimo de 32 de los 62 votos del Senado, de mayoría republicana, para ser aprobada.

«Me siento increíblemente orgulloso de ser neoyorquino. El estado que inició los movimientos nacionales en Seneca Falls y Stonewall ha dado un paso histórico para garantizar la igualdad para cada individuo, homosexuales y heterosexuales», señaló el Defensor del Pueblo de Nueva York, Bill de Blasio.

La aprobación de esta medida, que ya fue aprobada en 2009 por la Asamblea Legislativa del estado, pero no había obtenido la luz verde del Senado, ha tenido que superar el escollo de los temores de algunos republicanos indecisos sobre la protección a las instituciones religiosas para evitar que reciban demandas en el futuro por oponerse a celebrar este tipo de uniones.

Los obispos católicos de Nueva York han expresado su negativa al avance legislativo al asegurar que están «profundamente contrariados y preocupados», informa Reuters.

Republicanos indecisos

Algunos republicanos, como el senador Greg Ball, estaban indecisos sobre ese aspecto y al considerar que no quedaban despejadas, votó en contra. «El texto enmendado protege las libertades religiosas sin crear ninguna excepción especial que penalice a las parejas del mismo sexo o que no reciban un trato igualitario», afirmó en un comunicado la organización Neoyorquinos Unidos por el Matrimonio.

La posición hecha pública el jueves en Nueva York por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a favor de la igualdad entre las parejas ha supuesto un respaldo definitivo para la medida. Obama, durante un acto para recaudación de fondos para su campaña electoral a la presidencia del próximo año y el primero entre la comunidad gay, dijo que las parejas homosexuales merecen tener «los mismos derechos» que cualquier otra pareja en el país.

«Nuestros legisladores nos han escuchado, han oído la voluntad de una mayoría de casi el 60 % (de los neoyorquinos favorables a la ley)», dijo en un comunicado el director ejecutivo de la organización defensora de los derechos de los homosexuales Empire State Pride Agenda, Ross Levi. La presidenta del Concejo de la ciudad de Nueva York, Christine Quinn, indicó que «es una enorme victoria no solo para la comunidad neoyorquina de lesbianas, gays, bisexuales y transgénero (LGTB), sino también para todos los neoyorquinos y para todo el país». «Miles de personas han contribuido a este momento, pero estoy especialente orgullosa de los legisladores que son abiertamente LGTB y han trabajado sin descanso a favor de la igualdad de matrimonios», dijo la concejala.

El matrimonio entre personas del mismo sexo tiene una consideración dispar en Estados Unidos pues aunque seis estados las toleran, California, abanderada del movimiento gay, las prohibió después de someter el asunto a referéndum. Las uniones de hecho eran ya legales en la ciudad de Nueva York y San Francisco, al igual que en otras de los estados de California, Colorado, Hawai, Maine, Maryland, Nueva Jersey, Ohio, Oregón, Wisconsin y Washington.